Pollo al pisto asado

Precalienta el horno a 200º. Coloca en una fuente de horno grande estas verduras. Las cantidades son al gusto, una pieza de cada está bien.

Cebolla, pelada, en cuartos. En octavos si es muy grande.
Un calabacin, mejor negro, SIN PELAR, en trozos del tamaño de los de cebolla.
Una berenjena, sin pelar, trozos como la cebolla.
Pimiento rojo de asar, idem.
Tomates, no muy grandes, cortados por la mitad. Disponlos con la parte cortada para arriba.

Encima de todo esto, coloca medias pechugas de pollo, o cuartos traseros con la piel. Sazonar con sal y hierbas provenzales y meter al horno unos 35 minutos.

Opcional: Si quieres acompañarlo de patatas, córtalas en rodajas de un centímetro. Tienes que meterlas al horno 20 minutos - media hora antes que todo lo demás. Entonces sacas la fuente, le colocas la verdura y el pollo, y empiezas desde el principio de la receta.

Pollo a la lima

Para dos personas:

Dos medias pechugas de pollo, deshuesadas, sin piel.
Dos cucharadas de miel.
Dos limas.
un puñado de anacardos crudos o tostados.
Cebolleta.
Fideos chinos, o arroz cocido.
Cilantro fresco, si tienes.

Ralla la cáscara de las limas. Exprímelas. Mezcla la ralladura y el zumo con dos cucharadas de miel.

Corta en tiras el pollo y saltéalo en sartén con una pizca de aceite. Cuando empiece a dorarse, añade los anacardos y las cebolletas, picadas. Saltea un minuto (si usas anacardos tostados, se te pueden quemar, cuidado).

Dispone el aroz en tazones o platos hondos. Mezcla muy bien con la salsa de miel y lima. Coloca encima el pollo. Sirve con un poco de cilantro fresco.

En un menú oriental puedes añadir un plato de cerdo, de huevo o de verdura para completar.

Salmorejo light

Reconozco que esto no es ni chicha ni limoná, que para ser gazpacho necesita un chorro de agua y para salmorejo auténtico necesita el doble de pan y cinco veces más aceite. Pero yo lo hago así, qué pasa.

Para dos tazones grandes o cuatro vasos:

Dos buenos tomates maduros.
Un pimiento verde.
Un diente de ajo, quizá dos.
Un trozo del tamaño de un puño de pan del día antes. Puede aumentarse esta cantidad hasta el triple.
una cucharadita de sal.

Aceite: entre un chorrito y medio vaso de los de agua.
Vinagre: entre unas gotas y un chorro generoso. Como para aliñar una ensalada.

Poner el pan en remojo en un tazón. Ponte a hacer otra cosa mientras empapa. Sácalo del agua y estrújalo un poco hasta que tenga más o menos el tamaño original.
Batir en batidora o termomix todos los ingredientes menos el tomate, el aceite y el vinagre. Empieza despacio y acaba con una velocidad fuerte. El resultado tiene que ser una asquerosa pasta grisácea.

Añadir el aceite y batir a velocidad media. Añadir el tomate, con piel y semillas, un poco troceado y batir a velocidad primero suave y luego rápida hasta que esté todo muy majadito. Si no soportas los pellejillos, pásalo por el pasapurés. Yo no lo hago. Por último, añade el chorrillo de vinagre.

Puede acompañarse de pepino, jamón, huevo duro, o picatostes de pan frito.

Ensalada de huevo

Para animar una lechuga sosa y aburrida, una manera un poco más original de comer “huevos y ensalada de lechuga”. Picar muy fino, con el cortahuevos, un huevo cocido o dos, y mezclarlos con lechuga picada. La lechuga trocadero tiene un punto dulce estupendo, pero los demás tipos están bien. Añadir cebolla morada si hay, para que tenga algo de color. Aliñar con aceite y vinagre, o mayonesa, o mayonesa mezclada con paté de aceitunas negras (porque la olivada o tapenade está especialmente rica acompañando a huevos duros).

Aliño de tomate a la Andino

Esta es una de las grandes especialidades de mi padre y parte esencial de cualquier barbacoa o chuletada.

Tomates de los de verdad, de los de verano.
Partes iguales de orégano y comino entero, metidos en un pimentero.
El mejor aceite de oliva virgen extra que encontréis.
Vinagre de vino tinto, mejor si es casero.
Sal.

Pan para mojar en el aliño.

Picar los tomates, poner en una ensaladera, aliñar con todos los demás ingredientes. Ni se te ocurra pelar los tomates ni quitarles las semillas.

Bizcocho o madalenas de nata agria

Esta receta está tomada del clásico 1080 recetas de cocina, en su versión original, porque las ediciones recientes tienen algunas recetas cambiadas.

1 tetrabrick de nata.
1 vaso (de los de agua) de azúcar,
un poco de mantequilla o aceite para untar el molde,
1 y 1/2 vaso (de los de agua) de harina de repostería,
2 huevos,
la cáscara rallada de un limón,
1 cucharadita (de las de moka) colmada de levadura Royal (o medio sobre),
2 cucharadas soperas de harina o pan rallado para untar el molde.

Abre un tetrabrik de nata y usa un chorrito para hacerte una salsita. Olvídate de que tienes un brick de nata abierto en el frigorífico durante una semana o dos. Cuando pienses que va a echar patas, no lo tires. Olisquéalo, y si huele mal, genial. Tienes nata agria con la que hacer un delicioso bizcocho. Si no quieres esperar tanto tiempo, abre el tetrabrick y déjalo fuera del frigorífico dos o tres días. En serio, esto con la nata fresca no sale.

Se unta bien un molde alargado con la mantequilla o aceite y se espolvorea con las 2 cucharadas de harina o pan rallado, quitando la sobrante que no se quede pegada, volcando y sacudiendo con una mano el molde encima del fregadero.

VARIANTE 1: Se puede convertir en madalenas. Buenísimo. Entonces hay que preparar papelitos o un molde especial, claro.

En una ensaladera (o en la termomix) se pone la nata, el azúcar, la cáscara de limón rallada y los huevos batidos como para tortilla. Se revuelve todo muy bien (2 min, vel 5) y se echa un vaso de harina. La levadura se espolvorea encima de la harina, se revuelve bien (termomix: vel amasado), se añade entonces poco a poco el otro medio vaso de harina y, una vez incorporada totalmente, se vierte en el molde la masa.

VARIANTE 2: aquí si queremos podemos añadir un tazón de fruta fresca cortada en pedacitos pequeños. Yo lo he hecho varias veces con cereza. Revolver con cuidado.

Se mete el molde en horno frío y se enciende después de metido a fuego lento, primero hasta que sube y un poco más fuerte después, durante más o menos 45 minutos a una hora. Después de sacado del horno el bizcocho, hay que volcarlo del molde lo más deprisa posible sin quemarse, o sea, pasados unos 15 minutos. Se pone sobre una tela metálica para que no se concentre la humedad en ninguna de las caras del bizcocho, y cuando está totalmente frío se sirve.

(si hemos hecho madalenas, están listas casi que en cuanto se doren, muy rápido).

Cerdo con apio y tomate

Esto viene bien para aprovechar restos de filetes cuando se hacen muchos, por ejemplo en una barbacoa. También se puede hacer con la carne cruda, claro.

Freír unas cebolletas y echarles filetes de cerdo partidos a tiritas. Si están poco hechas, dejar que se hagan un poco, y si no, echar casi inmediatamente una o dos ramas de apio partidas en trocitos. Revolver un poco y agregar un par de tomates bien maduros, a rodajas. Tener al fuego vivo el tiempo justo de que los tomates se deshagan un poco.

Va bien con arroz.